lunes, 26 de julio de 2010

En el conclave

En el conclave alguien menos astuto que su súbdito,
Decide, por acción del caprichoso orden del mundo,
el futuro de ese hombre; a quien la espera atormenta.
La incertidumbre de su suerte, es hoy,
echada a la arbitraria reflexión de un superior
curiosamente inferior en lo que a intelecto respecta.

El hombre sometido por necesidad, reflexiona,
sabe o intuye que los sucesos de la vida,
más aun de la naturaleza, no respetarán el camino
de la justicia, ya que esta es un delirio introducido
por la acción deliberada de la mente o de las mentes
de algún otro conclave perdido en la historia,
en beneficio de un sistema de organización social.

Por lo tanto, ya ha comprendido que ningún
intento, que ninguna decisión en lo que refiere
a su caso, será justa, sea esta favorable o no.
En fin, se dispone a no perderse en laboriosos
pensamientos, que reconoce legítimos.
Pues también sabe, que tampoco encontraremos jamás,
nada, precisamente indispensable.