lunes, 30 de junio de 2014

El principal elemento


No soy aquel  que impide el paso de los reflejos
No soy aquel que empieza un solo recorrido
No soy aquel que llora el verdadero recuerdo
No soy aquel que espera contento los amaneceres
Y sueño pesado de remordimientos
Y suelo cansado de días similares
Y muy pocas lágrimas van dejando las decepciones
Cuarenta siglos antes, mañana, yo seré el mismo
En el infinito río de los equilibristas
Sobre la tensada cuerda del tiempo
Aun así no he aprendido el principal elemento
Por el que estoy en la vida

lunes, 23 de junio de 2014

Holocaustos (dos)


El espejo no me reconoce
Hay en mis ojos aún, lo que he sido
Hay en mi memoria aún, el recuerdo de un niño
Que llora porque la comida es amarga
Hay aquí a mi lado un cuerpo escuálido
Que ya no siente el sabor del alimento
Pienso en el Dios por el que nos han condenado
Y no creo en dioses
Veo que no todos se suicidan
(Es curioso quién nos ha condenado lo hará)
Ayer hemos entrado en los trenes
Ayer hemos cumplido las jornadas infames
Cavando las fosas y llenando las tumbas comunes
¿Seré yo la victima atroz del engaño
Del encierro, de la humillación
Y del desprecio?
Veo a mis verdugos uniformados
Veo que somos todos subordinados 
Veo la degeneración en mí y en ellos
Mañana entraré, junto a otros, sumiso
En las duchas de la muerte
Mañana formaré parte de una cifra inmensa
Y sabré que nada, hemos aprendido

Los cristales derruidos


Con tus rítmicas evanescencias
Al costado siempre de la risa cautiva
Esquelética, sinceridad de horas perdidas

Para esperar el cóncavo lente del tiempo
Que nos mira simétrico y rugoso
A cada instante, en uno solo

Preferencia por las cosas en desuso
Restringido lenguaje ya no cuentes los secretos
Que no son tales, ni dignos ni reales

Esquinal de la siesta bíblica
Demorada filosofía por ser arte de los sueños de la mente
Te condenan los esclavos ilustres, empañados de fe

Remoto centinela, tu faena
Es la evidencia del temor
A los libres pasos del espíritu desatado

Y de rítmicas evanescencias

jueves, 19 de junio de 2014

Los planos


Dilapidado espacio de la noche
Sueño sin rumbo y esperanza
Para desvanecer poquito a poco
Ya desde antes en el vientre de tu madre
Las miserias son tantas aún
Que recuerdan el pasado o lo igualan
Tristemente
Y para qué adentrarse en laberintos artificiales
Si es ya éste un inmenso laberinto indescifrable
Y para qué las religiones y sus normas
Cuando el hombre asesina en nombre
De símbolos y de dioses inventados
Hay algo más y tras ello otra cosa
Y luego la siguiente 
Miento (tal vez)
No es sucesivo el orden del universo
Todo sucede en un mismo instante

Y tu empapas el delirio que no llora
Al suspirar inmensas tardes
Que regresan para consolarnos
De la soledad evidente que derrumba
El tiempo de pasados pasillos derruidos
Con la magia aparente de tus ojos
Que de vidas anteriores traen reflejos
En recónditas miradas sin quererlo
Nos revelan cosas que ni nosotros sabemos
Más las palabras parecen intrascendentes
Y demasiadas son las cosas que acontecen
Como sueños o pesares incoherentes

Si tuvieras toda la libertad
Aún justificarías este raro universo que es ajeno
A la increíble libertad del pensamiento
Los creativos u ordinarios engaños
A los que nos montamos en cada hora
Igual no nos salvan de univoco laberinto
Del tiempo y sus caprichos
Y para qué las palabras si no pueden
Explicar cómo es que estamos donde empezamos
Eso es muy lejos y muy cercano
Igual no importa
Seguiremos buscando

Los planos del otro lado



martes, 3 de junio de 2014

Fragmentos del cristal


Ligero reír que acompaña una tristeza antigua
Por el amanecer vuelves del mar de la locura
A la playa oxidada de costumbres y de reglas
Pero tú vives allí, atrapado entre imágenes
En el tiempo que te multiplica o te fragmenta
Y sí, el hombre se apaga con los años
En el primer decálogo de Kieślowski
La muerte se queda con las probabilidades
Y entonces, para qué el talento, para qué
Los principios, el calculo, las artes
El amor fabricado por creencias y por limitaciones
Propias, propias del pensamiento, que es engaño
Sin dudas; y entonces vuelves al mar infinito
De los primeros años para buscar el juego narcótico
De la infancia,  tú que eres una acumulación
De conocimientos y de sensaciones creas una imagen
Un fantasma, una representación de dudosa alma
Que trae la esencia elemental del misterio
Nada más, nada más que eso
En el arte de las reflexiones
Donde todo también es engaño