jueves, 29 de agosto de 2013

Insignificante es tu estadía


Honesto, es decir que no he leído
lo suficiente (si tal cosa puede ser medida
con una cifra, definitiva)
al menos para plagiar sin que se note
o imaginar mi vida en otra vida
No es necesario estudiar infinitos ejemplares
Ni preciso conocer las múltiples definiciones
De tanto en tanto arriesgo unas palabras
Más antiguas que sus propias etimologías
Y tienden siempre a negar lo necesario
La inocencia de tus días no reflejan
El elemento primordial de la mirada
Me has rasgado la memoria sin motivo
Soy la gota que rehusa la caída
La gota equilibrista

¿No lo notas, día a día?

jueves, 8 de agosto de 2013

La implicancia


¿Por qué no aceptas tu destino?
Porque alguien lo ha escrito, y es un mal escritor
¿Por qué amas llanamente?
Porque al nacer me han dado una única esperanza
¿Por qué sueñas con la muerte?
Porque no tengo respuesta
¿Por qué miras intrigante su rostro?
Porque sus ojos son vientos ligeros
¿Por qué deseas su cuerpo?
Porque la carne traiciona
¿Y cuáles son tus deseos?
Un suicidio lente, ¿no es eso la vida?
¿Por qué no escucho tu llanto?
Será que soy reservado
La implicancia de alma hace su gracia por la noche
Mis primeros pasos ganaron espacio
Para luego olvidar lo que he caminado
Algunas mujeres tienen el poder de cegarme
Algunos paisajes se presentan perfectos
¿Quién se engaña más, para sobrevivirse,
tus ojos, o los míos? No lo sé, da igual
Tenemos un habito, detenernos en el abismo
Hemos perdido la primer palabra y desde allí
Todo lo demás. Desdicha, es mucho decir

miércoles, 7 de agosto de 2013

Niña oriental


No fuiste la inspiración, que tus ojos regalan
No llenarás jamás el silencio, que la presencia engaña

Indago en el primer respiro, la vida
Sostengo en una mano la espada, ¿y en la otra? cerrada
La filosofía estoica me pertenece, todas las otras
Pero al ver, el diminuto espacio, que te ha sido otorgado
Comprendo, nada hay que comprender
Continuo indagando, ¿cuáles son tus dones?
Ojos de premisa de miseria
Escucho un inalcanzable lamento hospitalario
La jaula no cede, se confunde con el cuerpo
Yo te hablo a ti, niña oriental, no te conozco
Pero estás en el mundo y eres los astros
Nos pertenecemos, moriremos juntos
Un alma en el árbol, suspiro del recién nacido
La infinita alegría de lo que llamamos belleza
Y el defecto más grande, ser muchedumbre
Ese no es el castigo, la virtud trae enemigos
Me he tomado el atrevimiento de hablar contigo
Pues también compartes mi sangre
Que es, voluptuosidad en la vida, exultación en la muerte
He tenido la valentía de querer, una única cifra
De soñarte en la noche cuando aún respirabas
Palabras, que un diario guarda, sin remedio
Llaman a la puerta, son los ángeles austeros
Voy con ellos que construyen senderos
Sobre mis fósiles pasos, que se dan al pasado
Vamos a buscarte, aunque no es necesario

Siempre estuve contigo