III- Terra Mater
Bajo el influjo estelar los mástiles de las banderas en
altos monumentos forjados por naciones imperiales, por naciones coloniales, por
naciones de ricos suelos explotados, continentales o isleñas, naciones de
enormes extensiones o de pequeñas porciones dividiendo la tierra con líneas
imaginarias. El globo de la
historia humana, el anterior globo de los reptiles gigantes, el de los grandes
mares, el de un solo continente y un solo océano. El planeta de hierro, de
níquel, de oxigeno, de silicio, de azufre, de calcio, de aluminio. Las selvas,
los bosques, el río cercano a los pequeños poblados, a las grandes ciudades,
desbordadas, bombardeadas, destruidas, quemadas, reconstruidas, en ruinas
abandonadas por civilizaciones perdidas o diezmadas. Por las sequías, por las
matanzas, por el hombre blanco, por los Mongoles, a lo largo de toda la
historia, la de las religiones fundadas en relatos, la del mesías, la del
pueblo desterrado, la de la media luna, la del olimpo, la de múltiples dioses,
la de los jardines del Japón, la del hombre que llegó al Nirvana, y todas
aquellas creencias de los pueblos perdidos, sus rastros de sacrificios, de monumentos piramidales, de
momias, de dioses naturales, de objetos sagrados robados para los
museos de París y de Londres. El mundo de las palabras, de la filosofía que
siempre es vieja frente a la ciencia de la física. La de las posibilidades de
la creación, de literaturas, de grandes entretenimientos, de suicidas, de
amantes egoístas, de generosos hombres forjados en el sacrificio que es otro egoísmo,
de tintas tóxicas, de árboles ancestrales, de fuegos que consumen la historia
en segundos, de el gran consumo que consumirá todos los recursos y seguimos.
He mirado tu pintura, la que has formulado con gran destreza
Con manos ligeras y serenas de sutiles pinceladas
Alrededor de un punto todas las enumeraciones se reducen
A la belleza de tu arte que supera tus conocimientos sobre
el universo
Sobre la vida que has diluido día a día con increíbles
esperanzas
Has llegado a este punto de inconfundible sabiduría
Todas las cosas contiene, con todas las formas de la
geometría
La salvaje y la abstracta
En fin
Veo por detrás la gran acumulación que se expande
Para hacerte reina de hechizos que forjas o borras con tus
manos
Y que permanecen en tus ojos que se llenan de lágrimas
Al ver tu creación
De inmenso amor sin consecuencias
Aún cuando la tarde se lleve la luz
Mañana volveremos
Luego de que la noche sea absorbida por el punto
De tu obra en expansión