El tronco era infinito

el tronco era infinito pero generoso
de imperfecciones
tú trepabas
sobre las impurezas de la corteza
plantabas pies y manos
y subías
las ramas eran peldaños ínfimos
las hojas acariciaban tu cuerpo
ayudadas por el viento
ibas hacia arriba
sin pensar por qué buscabas las alturas
a lo largo de innumerables jornadas
emprendiste la subida
con la osadía de los locos
ignorando el peligro
tú continuabas

*
un sentimiento de nostalgia
súbito
turbó tu cuerpo ya cansada
donde el árbol bifurcaba su tronco en dos
conformando una “v”, perfecta
renunciaste a la subida
y por primera vez
en tu desafiante escalada
decidiste mirar hacia abajo
buscando divisar la llanura
donde las penetrantes raíces arraigaban la vida
a la que te habías montado
pero tras la maraña de hojas y ramas
no lograbas ver principio alguno
atormentada, agotada
vencida, te dormías
cuando despertaste del sueño
sobre la alfombra de la sala

En las casas las mesas familiares

en las casas las mesas familiares amarran las barcas de levadura
a los candelabros de velas lloradas porque los santos no escuchan

el consuelo es un parque de diversiones para los idiotas
que llevan lagrimales secos en sus mares vacíos

la soga tensa la cabeza del equilibrista que perdió sus pies
caminando los bordes de los acantilados buscadores de tumbas e hilos

las redes se crearon para que los circos contemplen errores antes
fatales y perdieron su encanto de horror y de espanto

en los ríos se traducen los vientos con el lenguaje de las corrientes
hablan desde siempre sus aguas manchadas de peces-humanos

la noche no tiene los caminos marcados escondió todos los bosques
en una misma oscuridad

hay quienes ven en la sombra felinas garras que engordan las
supersticiones los gatos no tienen la culpa de que el hombre
sea ciego

en las torres hay terrazas que invitan a los suicidas y perturban
el vértigo de los que adoran permanecer en la tierna llanura

una curva sobre la recta infinita de los horizontes junto mar y cielo
en un mismo espacio de azules y rojos solares

sobre la mesa el pan es el derecho que mata el hambre
que dios adopto como cuerpo matando al hombre
salvando al hombre

sobre el día la cama descansa el mundo trabaja
hace la cama una mujer que duerme en casa

en el día (no deberíamos hablar del día) pero tal vez llueva
la tormenta resfría los vidrios que enferman de granos trasparentes

siempre la misma cura escurre las horas el jardín agradecido
tiende su mano a las humedades que dan vida

las palabras fueron tras las dimensiones de los significados
y yo quede vaciado de frases ridículas

desamarré las barcas y fui en su búsqueda
recorrí todos los océanos de las nociones, perdí el rumbo

en las grutas el silencio espera ser marcado por el viento
esperan las ruinas su redescubrimiento luego del olvido

Que la hoja caí del árbol

Que la hoja caí del árbol cuando el verde se apaga
amarilla es la muerte
Que tu cuerpo caí del mundo cuando el alma se apaga
blanca es la muerte
Sobre todos los colores la vida es posible
Cuando en las profundidades la verdad es negra
entra un rayo de luz, la esperanza
toma el color de lo iluminado
Y existen los tonos invisibles que se dicen amor
y existen los días grises de cielos claros
y existen las mañanas sin amaneceres
Tantas cosas existen sin sentido
Pero ya no importa, el sentido, las mañanas y los días
porque el amor se dice invisible
Para que todas las cosas puedan existir visibles
No importa ya que he visto y que seguiré viendo
Solo sé, que siento el éxtasis de mi espíritu
de una levitación a otra
Y sin colores podré vivir, y sin ojos podré sentir
Para que todas las cosas puedan existir visibles
en mí

En el hogar de las apariencias

en el hogar de las apariencias la noche abre sus puertas
de placer y codicia
las camas esperan a los cuerpos, recaen las horas
el rechinar de los resortes resucitan los instintos animales
abrazados desbordantes de sudor inclinan los circuitos
de la carne rescatada y amenaza
llenan todavía de oscuridad la sala donde la sombra agita
las paredes, se derrumban las claridades, el amor se esconde
debajo de los elásticos y tiembla
que será de ti por la mañana mujer masticada, devorada
por mis labios, la sangre vuelve a la cabeza y se dilata
la seducción de los sexos
a mí por lo pronto me espera la mañana, el tedio,
las palabras malgastadas arrojadas a los buenos días
de los modales, la sinrazón de estar vivos, el vacío

hemos articulado el tiempo con la exactitud
que Dios a creado el universo, no hemos creado nada
solo incorporamos los minutos de la jornada
esperando con desesperación su fin
y los trenes desbordados aprietan hasta explotar la materia
que vuelve desgastada hasta el absurdo a buscar la cama
donde no queda lugar para los sueños
mundo decididamente arbitrario que exprime los días
hasta sangrar la ultima gota de las naranjas desechadas
en el basural de la nada, abrigo espectral de ausencias
que a los hombres corresponde un rostro similar
al de los fantasmas

atormentadas las calles resuenan, en los oídos las bocinas
penetran, revientan los tejidos el cerebro calla
seguiremos peregrinando esta desdicha de siglos
porque condenados nos mostramos cuando de amar se trata
y vigorosos estamos siempre para enaltecer nuestro éxito
las señales de muerte lanzaron su bengala hace tiempo
la realidad permanece dormida a la espera de los dividendos

Cuida de tus hijos

Cuida de tus hijos madre de nacimientos
Sus ojos son bondadosos soles,
calor en la tierra
Tu amor fecunda sus ojos
De ti depende el cariño y la caricia
que se desprende
que se aprende

Esta es la esperanza del hombre
Cuida de tus hijos madre necesaria
Abre las ventanas que han sido cerradas
por los ciegos que transcurren en la oscuridad
No hay nada malo en mundo
si en la infancia la luz se conoce
el amor fecunda los ojos

Yo cantaré en tu nombre
Madre que me has concebido
de sacrificio y afecto
sobre la noche y el día
sobre la pena y la alegría
Yo cantaré en tu nombre
con la esperanza que tengo

Una madre virgen

Una madre virgen
Y un hombre crucificado
Símbolo occidental de las religiones

Los clérigos imitan a sus dioses
Los templos de oro, son consuelo de turistas
El arte siempre cerca de los credos

La entrega desinteresada
de los enamorados
Un anhelo inalcanzable, la armonía

Las preguntas sin resolución
Los siglos de errores
Las repeticiones de los siglos

Avanzan las sombras materialistas
El hombre retrocede
Espíritu olvidado

Se concede la gracia a todas las impurezas
Resoluciones psicológicas
Filosofías fenomenológicas

La palabra maldita “yo”
La ambición individualista
Quién pudiera por completo entregarse

Los muertos siempre llorados
Los suicidas despiertan dudas y penas
Pobres desdichados cobardes

Juzgados por los vivos
Finalmente perdonados,
se investiga su naufragio

Cuando se ha llegado demasiado lejos
Se retorna a los dioses
Y se exigen soluciones divinas

Olvidamos las muertes, el horror y las guerras
La historia reemprende su paso
Y retoma el camino incorrecto

El poeta observa la crisálida
asomar su sustancia elemental de larva
La lucha por desprenderse de su cubierta

La naturaleza esconde todos lo renacimientos
Más allá de la decadencia y la putrefacción
Un gusano virgen de esperanza, se libera

Todo su espíritu

Todo su espíritu fue desvaneciendo
Corrompiendo su cuerpo abrió las puertas de la nada
Una tristeza irremediable cortó el vínculo con su alma
Despertaron todos los muertos, la carroña de los placeres
Desató un grito desesperado y sintió la sangre coagularse
Luego el vacío instauro todos los males
Surgió de su mente el fantasma de los abismos
Se desataron los reinos de la locura
La materia se tornó ingobernable y arrasó con su mundo

Nunca comprendió que el espíritu es cadenciosa
Y el cuerpo disonante, está siempre esperando
que se quiebre la armonía

Te quedaras sin palabras

Te quedaras sin palabras un día
Consunción en el cuerpo del lenguaje
Y le abrirás los parpados al verdadero sentido
Para que la frase vuelva a ser ceniza en los ojos
El verdadero silencio es la soledad del alma
Y el amor es compartirlo

Son tus ojos

Son tus ojos dos milagros que me miran
Me devuelven a la vida como el sol devuelve el día
Los milagros son misterios de tus ojos
Me reflejan sin tristeza en las noches abismales

Son milagros los misterios en tus ojos
O tal vez, el milagro es este misterioso amor
que por ellos siento

No quisiera ser

No quisiera ser este niño muerto
La lluvia liviana que lavó su cuerpo
No quisiera ser este hombre muerto
La sombra alejada que pudrió su sueño
No quisiera ser este mundo muerto
Los días mecánicos que negaron su tiempo

No quisiera ser esta soledad interminable
esta distancia amarga, esta condena inútil

No quisiera ser este dios temerario
Que abandono su reino
No quisiera ser esta sociedad destruida
Que vive de todos los odios posibles

Yo quisiera ser esta niña enamorada
Que alberga todas las esperanzas
Yo quisiera ser esta, la esperanza
Que tenemos los ingenuos

Todo es esta soledad

Todo es esta soledad que me asesina
Estoy tan cansado de mi nada confortable tristeza
Tan imposibilitado para querer, para darme a conocer
Tantas contradicciones me nombran
Yo no puedo entregarme, tengo miedo al abandono
Todo es esta mentira, piadoso desengañado
Ya sin odios, sin resentimientos, sin esperanza
Y estas palabras que no pueden decir
Inútil es la técnica, el lenguaje y el talento
Pues estoy tan adentro de mí, egoísta permanezco
Sin poder dar una sola caricia sincera
Una sola frase verdadera
Todo ha muerto en mí, porque no puedo vivir
Tengo la duda y el temor de equivocarme
El temor a dejarme llevar por lo que siento
Quisiera ser para tus ojos el amor que no conozco

Me entrego

Me entrego horizontal al desconsuelo
De andar siempre en la duda
Aliado a una angustia, que ya siento compañera
Y dejo pasar el día durmiendo mi cuerpo
Soñando mi vida paralela, que no despierta
He masticado una pena austera desde la infancia muerta
Y no he sabido estar nunca en el lugar de la vida

Apenas nacido creía tener más años que un siglo
Y todos los días por delante en los que me he abandonado
Son hoy los recuerdos de quien no se ha dejado ser
Por temor a perder el ángel que fue

Al menos el amor me sostiene

Al menos el amor me sostiene
me consuela en el vacío
Y quien sabe, me rescata de la muerte
En mis ojos veo la noche y la oscuridad
de la vida tan lejana y tan cercana
Una realidad que apenas puedo nombrar de tal manera
Que se aleja y se pierde en el ruido
Cuando la desesperación y la desesperanza
Se instala como un virus en el alma
La enfermedad de haber visto demasiado
Inconmensurable la realidad se revela
a nuestros pies vencidos
Y nosotros no logramos comprender
Al menos el amor nos sostiene
nos consuela en el vacío
Y quien sabe, nos rescata de la muerte

Es hora

Y si vemos el mal en todas partes
Y vemos el mal en el otro
Y en todos los ojos ajenos lo vemos
El mal que persiste en el hombre
El mal que persiste en la mujer

Es hora de verlo en nuestros ojos
En el reflejo de uno mismo, en cada espejo delator
Es hora de verse a uno mismo con todo el mal del mundo
Verse vencido, diminuto, imposible, maldito
Verse en cada momento igualmente culpable
Que el asesino, el mendigo, el verdugo, el mártir

Porque estamos caídos en nuestro naufragio de siglos
Porque hemos diseminado el espanto, la avaricia, la muerte
El horror de ser un solo hombre y todos
Porque del amor no tenemos nociones más allá de la carne
Y si el poeta tenía razón, tal vez, no hemos nacido aún

Es hora de nacer, de sembrar la esperanza, necesaria belleza
Dejarnos ser auténticos, vencer los prejuicios, las carencias
Tantos odios terribles, todas la ignorancias horribles
En un mundo que aún es un feto de demonio virgen
Que ha muerto antes de dar luz toda vida posible
Es hora de nacer como ángeles en un mismo reino

Silencio

Oscuridad de los versos métricos
Que retoman la infancia del lenguaje
Faquir de palabras austeras
Condenado por las ciudades
Vinculado a la muerte
Porque como ella eres, un misterio

Silencio

Posesión de los dioses
Disfraz de los tímidos
Asceta de los poetas
Idea siempre virgen
Huérfano de sonido
Desterrado del mundo

De poesía, de amor y de muerte

Si me desprendo de mi cuerpo
Es para sentirte más pura
En los brazos de mi alma
Que no conocen deseo en la tierra
Porque su amor es de ingenuidad y de ensueño

Si no consigo nombrarte
Es que no hay palabra para definirte
En ningún diccionario podría hallarte
Porque en la tierra no se conoce
Un amor como el nuestro

Si no quiero mirarte
Es porque mis ojos son débiles
Y no resisten el peso de tu rostro
Rostro de labios encontrados
Que se niegan a abrirse

Si no puedo conocerte
Es que aún soy un niño
Que no esta preparado
Para andar por el mundo
Con sus frases al margen

De poesía, de amor y de muerte
Estas concebida, como yo, de esas cosas
Y de impalpables silencios
Es nuestra relación
Que no conoce lugar en la tierra

Pero que existe
En el espacio de otro tiempo
Como un imposible viento
Que nos lleva abrazados
Al destino de querernos

Se habla al ritmo de las ramas

se habla al ritmo de las ramas con un canto abismal de sueños
precarios inventos que envuelven la noche adormecida
inventos para que el amor, deseado destino, sea realidad
de mañanas sin números sin meses sin años
el aire toma palabras prestadas que el viento, laborioso incansable,
se compromete hacer llegar a todas las orillas del mundo
palabras para los hombres dormidos en los trenes que atraviesas
la aurora de una estación a otra
palabras para la esperanza maltrecha, mendiga que se abraza
a los locos, que se abraza con la fuerza de los locos
contra todo engaño que tomamos en el desayuno de los diarios

vi la hoja caer sobre el cordón maltratado y luego la vi sobre el árbol
alguna vez he visto los cementerios derrumbarse, los muertos
levantarse y los barcos cortando el horizonte inalcanzable
y si extraño me presento ante los espejos es porque no tengo
memorias del ayer
se habla al ritmo de las ramas con un canto abismal de sueños
se habla por hablar, con los ángeles invisibles, con uno mismo
con el tiempo que no se pierde porque es imposible perderse
del tiempo
se habla y no se dice nada y se dice todo en tus ojos silenciosos
alguna vez he visto pero no tengo memorias del ayer
y al mirarme en tus ojos todo es nuevo para mi

Nada conozco

se da por sentado que hemos nacido cuando del vientre se desprende
el conjunto de carnes manchadas de sangre y el cordón que nos une
al otro universo de gestación se corta desligando la existencia
de los sueños
pero yo que he caminado sobre los astros de realidades paralelas
no conozco el nacimiento y no he visto a nadie nacer jamás
por donde anda la niebla se coagula el día que empieza o termina
en la noche, sendero infinito para los poetas y las vírgenes
de los navíos perdidos en las aguas acolchonadas
yo no conozco primavera sin amarillo y otoño sin amarillo
y no sé nada del amarillo ni de la primavera ni del otoño
pero puedo ver colores sentir los aromas, las brisas, las flores
yo que nada conozco, he caminado sobre los astros
de realidades paralelas
y si alguna vez he nacido tal vez también he muerto
no es necesario conocer

El temor

En la sumisión de andar por las noches
Como un ciego en las calles
Vive un dulce desvarío, que emana los dones
Suntuosidad de los talentos condenatorios

En los palacios dormidos el amor reposa
Vedado a los hombres por los dioses malditos
Cae la gota de sudor sobre otra piel empapada
Carne de todas las pasiones vecinas

El sexo se pudre a la hora del crepúsculo de la vida
Junto a los recuerdos de amores lejanos
Jamás encontrados
Y en los ojos se apaga el brillo con cada suspiro

Es el temor de las almas que engendra fantasmas
Espectros nítidos invaden las estaciones por las mañanas
Espectros borrosos vuelven en el convoy por las noches
Es el temor a la muerte que engendra gusanos en los vivos

Cuerpos condenados a permanecer sobre la carrillera
Una y otra vez van y vuelven vacíos de esqueleto y de espíritu
Cuerpos de carroña sin tumbas en donde poder ser
reducidos a huesos
Por los recién nacidos de putrefacción y repugnancia

En la sumisión de andar por las noches
Vedada a los hombres por los dioses malditos
Jamás encontrados
El temor a la vida engendra gusanos en los muertos

Abrazo la infancia

Abrazo la infancia con mis ojos de ángel
y soy un ángel
Por eso, ya nada me importa del mundo,
he partido del mundo,
cuando abandonado me albergo la inmensidad
Todo esta tan cerca de desvanecer, de dejar de ser
y las cosas que no son, existen aún con más presencia
en mi espíritu, que mi cuerpo esclavo
La pena es quererte como te quiero
de brazos abiertos es mi amor
A mi alma la hicieron de tristeza y me la entregaron
para que la salve
Y entonces a esperar, yo no sé que espero, pero permanezco ahí
Inmutable armo mis días de esperanza
y me entrego a la suerte de mis astros
A mí, me dieron estas palabras en la noche,
yo casi no puedo nombrarlas sin morir
Estoy en el viento, viajando mi soledad
Voy a llegar a donde deba ir

Si aún queda algo

Voy a adentrarme en los mares helados
En los jirones de viento, en las grutas de la nada
Para quebrar en cada paso mis piernas inútiles
Masticar el oxido de una sociedad arrojada por los dioses
Percibir la verdadera muerte de la carne prostituida
Arrancar las miradas del prejuicio en cada ojo podrido
Ser de la soledad un aliado en el interior de si misma
No existe ningún mártir porque el hombre ha muerto virgen
Culpable de todos los crímenes, de todos los juicios
Y de todas las condenas
Ábranse paso delirios y tomen lo que queda en la bandeja
Si aún queda algo por tomar

Existencia

Entre en la fiesta por la noche, fui el último en llegar
Y el primero en irme

Existencia donde abrevar el placer
Aliento nocturno que secuestra mandíbulas
Juntos vamos hacia abajo, desde la cubierta hasta la suicida
No puede haber nada posible
Es la vida desgastada mi dolencia aletargada
En la estación de invierno, cuando nadie haya alrededor
Tomaremos el convoy
Que nos llevará donde mueren las nociones

De la noche me he desprendido

de la noche me he desprendido, la oscuridad no me gobierna más
sus dones tienen el encanto de los abismos, las caricias de la muerte

cuando estaba muriendo de soledad
llegó un ángel minucioso que desterró los destellos de locura
de mi mente abandonada, llegó con las palabras más puras
me entregó al día y en la tarde me dio los versos

de la noche me he desprendido, porque quíen permanece
en los nocturnos silencios evoca los fantasmas de otros tiempos
demonios suicidas, austeros desconsolados, almas caídas
que pretenden volver en otro cuerpo, que se arraigan al cuerpo

ahora estoy escribiendo la tarde, para sanar mis penas
heridas de la noche, de mi noche perpetua
por la que me he dejado perder sin resistencia
aventurado en las horas de las sombras detuve el tiempo
por el que no despertaba ya, ninguna simpatía

paralicé mi vida, en una imposible tarea me embarqué,
la de detener las horas inagotables
pero la marcha es impetuosa y el fluir interminable

yo que era un pequeño amanecido, pleno de miedos
yo que soñé los rostros riendo de mis queridos muertos
desperté con un ángel a mi lado, que mi mano tomaba
yo que no creía en los ángeles ( no se trata de creer)
que no creía en el amor, pues estaba detenido en un momento
de sosiego, que contenía el terror de la quietud imperturbable
peligrosos juegos de los que siempre resultas perdedor

he resurgido de la noche y ya no temo a sus dominios
el ángel al alejarse me dijo – no te abismes demasiado
yo siempre estaré a tu lado, pero no podré salvarte
porque ahora eres tú, tu propio ángel

La pequeña amenazada

la pequeña amenazada, se va a caer del mundo
con sus manos partidas y el umbral de sus ojos
recorre las horas de otros insatisfechos
signos donde el año se quiebra sin estaciones
los otros flotan por las calles del invierno nevado
sobre cristalinas blancuras extasiadas de viento
ahora la mujer aproximativa abre en la nieve
refranes del tiempo, la historia abandono a sus héroes
porque los tiránicos le dieron muerte
pero vuelven en otras quijadas las ninfas nocturnas
su misión es desmantelar los museos que guardan
delirios de un pasado de engaños
la pequeña no subirá más porque ha llegado muy alto
está quizá en la cúspide de la pobre y lenta escalada
por las laderas se desliza abandonada de preocupaciones
un ángel da testimonio y acompaña el descenso sin fin
(ella no lo sabe) pero ya se ha caído dulcemente
por los barrancos del silencio
hacia antiguos fondos, invisibles, de otros soles

Poesía de un niño enamorado

No es la noche, ni la poesía
Pero tiene un montón de palabras guardadas
Unas para salvarme, otras para nombrarme
Me las ha dicho en silencio
Algunas se desligan de sus labios,
atormentadas tímidamente
Algunas se presentan, diminutas, riendo
Las que bailan me prefieren
Las que sueñan me sostienen
No es la noche, ni la poesía
¿Qué será la poesía?
Lo que sea, no es más que esté reino
Porque estoy enamorado
De la niña avergonzada
Yo quisiera estar siempre con ella
(abrazados, sin el ruido)
Pero siempre es imposible para un niño

Poesía de la niña avergonzada

Soy la de las palabras guardadas
en las horas del silencio

Poesía a la niña avergonzada

Atraído, me detuve con sus ojos, en el lugar de sus ojos
Había una niña bondadosa que albergaba paralizantes miedos,
borrosos recuerdos y tímidas caricias

Ocupada en su mente, me recuerda la que es
Pero si tiene los años de no tener
Y los labios del silencio
Y heridas provocadas por los hombres que no saben querer
Para la niña avergonzada, mis palabras
Que solo desean curar