martes, 14 de julio de 2009

No pensemos

No pensemos en los hombres
No querremos cambiarlos

No valió la pena, nunca valdrá
No hablemos jamás de aquello

No queramos a los hombres
Busquemos en soledad la muerte

Esta, mi gran esperanza
La hechicera de las manos tiernas

No digamos lo incorrecto
No debemos quedar mal

La belleza vomitada
Que ojos tan puros

Las catedrales
El crucificado en lo alto

Los templos
Las siete velas dentro

El amor a los dioses
Que belleza

El mundo y sus diez mil maldiciones
Que belleza

La vida, la caridad
Hombre de buen corazón

Estoy feliz de haber nacido
Cuando todo fue destruido

Que belleza
Las calles y los pobres

Las guerras, las traiciones
Los infieles, los asesinos
Los degenerados, los cuerdos

He visto un ángel imperfecto
Y luego por fin el silencio

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