Corrimos en la noche hacia los deslumbramientos
Anduvimos en la tenue vigilia para rezar en la sombra
Hasta llegar a la coronación de los causes del tiempo
Miro lo que día
desecha a la soledad del pasado
Puedo esperar tu
regreso pero es inútil
Es evidente que
has olvidado tu nombre
Que ya no recoges
tu sombra para llevarla contigo
Que no puedes
hablar acerca de lo desconocido
Que ya eres
misterio, que tu alma se ha ido
Es evidente tu
muerte, al fin y al cabo es un río
Lo que llevamos
dentro se va con el último latido
Prefiero pensar
que tu verdadero rostro se igualara al mío
Cuando la
naturaleza forje mi destino de mortal redimido
Seremos dos, que
es un número impreciso
Para el universo donde toda cosa es uno
Para el universo donde toda cosa es uno
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