lunes, 23 de junio de 2014
Los cristales derruidos
Con tus rítmicas evanescencias
Al costado siempre de la risa cautiva
Esquelética, sinceridad de horas perdidas
Para esperar el cóncavo lente del tiempo
Que nos mira simétrico y rugoso
A cada instante, en uno solo
Preferencia por las cosas en desuso
Restringido lenguaje ya no cuentes los secretos
Que no son tales, ni dignos ni reales
Esquinal de la siesta bíblica
Demorada filosofía por ser arte de los sueños de la mente
Te condenan los esclavos ilustres, empañados de fe
Remoto centinela, tu faena
Es la evidencia del temor
A los libres pasos del espíritu desatado
Y de rítmicas evanescencias
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