domingo, 2 de agosto de 2015

Mis adentros


Una sombra mas ligera que la luz, acompaña mi cadencia (por la noche). Es lenta mi inocencia y muy rápida la verdad que me obliga al encierro. Pues lo que sabe ya no sufre y calla sus nociones. Porque nada hay en este día que me otorgue la sonrisa o el llanto suficiente. Son tantos mis adentros y mis sueños para nadie. Que me siento tan lejano y abarcado, como el tiempo ya pasado. Unas pocos palabras no logran redimirme del silencio cosechado en tierras perdurables. Yo no voy a ningún lado pero avanzo resignado con pasos resignados. Es mi gloria toda la caída y mi hermano es el abismo. Somos tan insuficientes, tan precarios y ordinarios que la muerte nos desecha cuando un suicida nos saluda con sus manos decididas.

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