Veintitantos años han pasado
Eras ya el arquetipo, cuando yo apenas un niño
Compartimos durante un diminuto tiempo el mismo plano
El terrenal y el otro, el plano del remoto sueño
Que era, para mi la infancia y para ti la vejes
He constituido tu imagen a base de fotografías
Percibido tu voz de leve tartamudeo en grabaciones
Los años me han enseñado tus palabras y tus sombras
Me han otorgado tu silenciosa compañía
Eres para mí, la espada, Cartago, la rosa, el vasto
desierto,
El reloj de arena, la palabra vano, el laberinto, las mil y
una noches
Un ilusorio sueño dentro de otro sueño, Buenos Aires,
Los dones y la cifra
Con los años tu esencia, comprendo, más inmensa y más humana
Has tenido la infinita decencia de proclamarte cobarde
Para enaltecer la figura de tu padre y de otros, los tuyos
Tus antepasados, pero al fin sus nombres se han borrado
Tú, los has remplazado, hay un solo hombre que lleva tu
nombre
Borges, soy tu amigo a pesar del tedio que produce escuchar
Solo una voz, cuando nos encontramos
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