martes, 26 de noviembre de 2013

Los tímidos mortales


Las palabras son esmeradas sombras
De paisajes verosímiles
Escucho el sonido de la daga
Afilarse para la venganza inútil
El error de los hombres se repite
Vísperas de una muerte calculada
Cuántas noches más pensaré tu nombre
Entre el silencio que no es tal
Y la oscuridad en las horas de repetida lucidez
Recuerdo las imágenes, el gesto y la derrota
Las palabras son esmeradas desilusiones
Cuando configuran versos
Que poco parecen importarles a los tímidos mortales
Algunos rezan elaborados cánticos en las catedrales
Algunos encuentran su gloria en placeres voluptuosos
Las creencia son recursos agotables
En la caricia queda el primer eco de la niñez
Pasará un año más que descuenta tu estadía
Los espejos lo saben corrigen tu imagen anualmente
Te entregas cada tanto a lujuriosos encuentros
Para descargar la esencia que configura cuerpos genéticos
Los suicidas afirman soluciones a la problemática vida
Con la muerte, los vivos continúan hablando del problema
Los muertos ya no hablan idiomas imperfectos
Aprenden la resignación y se suman al ciclo eterno
Las palabras son esmeradas distracciones
En reuniones donde nadie quiere estar presente
Tú comprendes el hilo atroz que unifica
Gloria y desdicha por igual

No hay comentarios: