miércoles, 5 de noviembre de 2008

El buen día que abrió sus enormes ojos

El buen día que abrió sus enormes ojos
Invadió el cuerpo de luz su niña alma
Vino para existir, vino para cambiarnos
Un buen día, vino para abrir nuestros ojos

Fue la dicha de su amor que lo trajo al mundo
Desde quien sabe donde, ha venido a contemplarnos
Esconde en su ser los misterios de la vida
Pero guarda sus secretos, sería inútil revelarlos

El buen día que abrió sus enormes ojos
El mundo seguía con su marcha incansable
Conocía las desgracias y las penas venideras
Sacrificando su cuerpo transparente
Se entrego a la vida limitada sin resistencia

Vino para existir, vino para cambiarnos
Un buen día, vino para abrir nuestras almas

No hay comentarios: