viernes, 17 de julio de 2015

El día recurrente


Una mirada anterior a ser mirado
Me salva del sueño mentiroso
Sabe la imposibilidad de conocerte
Y corrige el destino de tus ojos
Que no tienen nada en el presente
Lloran como gotas pasajeras, el rincón inteligente
Ya no tiene sentido observarte, eres la de la pantalla
Aunque tú no las distingas son dos las melancolías
Son dos, pero el número nunca ha superado el uno
Mas yo quisiera que algo exista en este circo indiferente
Que me otorgue la posibilidad de hablarte de las cosas
Sin sentido, que tanto dejan en el mundo
Cuando todo el horror es haberse conocido
En el día recurrente que nos une y nos separa

No ves que los ojos no me tienen arraigado al presente
No ves que el disfraz me ha usado y yo lo he abusado
Con mis días hago sombras que no responden a ninguna esperanza
Es perfecto lo que surge en cada paso olvidado
Una lámpara me espera para alumbrarme en mi cama
Muy cerca de dormir todas mis almas
Las que me conocen desde siempre y no se elevan
Más allá de la primera palabra
Que las nombra con sus nombres verdaderos
Regresado al inicio de efímeros y eternos elementos
Y nos rigen sin regirnos en el tiempo
Que es todo un solo momento
Al que acceden los espíritus más viejos

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