En el instante preciso, que se adelanta 
Logro desprender lo que me ata 
Al desamparo fugaz y a la desgracia
Que hay en todo objeto voluntarioso
Soy la mañana que se duerme 
La mañana que se pierde
Inútilmente, 
Al final, vuelve a mi lo innecesario
Capricho de los muertos, será el entierro
O despedida atroz de los vivos
Para dar lugar a eso, que se dice misterio
Relatamos una pequeña parte predilecta
Del cuento, que es, nuestra estadía 
Para hacer reír a los que escuchan, apenas
Para alcanzar toda la duda; es preciso
Solo coronar la tarde a los paisajes
Aún así me dirás: - no es suficiente
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