En la fuerza atroz de las especulaciones
Caen devorados por el tiempo
Los derrotados y los victoriosos
Saludan a sus muertos por igual
Al amanecer he llorado para soportar
Las palabras de la primera mañana
Al anochecer espero vengan a mí
Los días anteriores al silencio
En el destino de sus ojos
Veo la voluntad de querer
Y un adiós que siempre está presente
Cuando mi cuerpo ya no tenga fuerzas
Para alcanzar, el vuelo final de la huida
Recordaré su mirada y será suficiente
Antes colgaré las carnes al sol
Medicina astral que nos recibe cada día
Antes buscaré sembrar la bondad,
La caricia y la alegría
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