martes, 3 de septiembre de 2013

Mexia


Un ligero viento se compadece
en la meseta de Río Negro
a cuidar el esmero de tu soledad
Que espera timidamente
a la humilde compañera
No es, para tu días ya completos
en el cuidado austero, del rancho, 
de los caballos y del cordero
Es para pasar mejor el tiempo
hecho de grandes misterios
Será tal vez que fue hogar
de los mares, la meseta patagónica
Entre piedras, desierto 
e imposibles senderos
se esconden los fósiles peces 
desde hace algunos tantos milenios
Entre la guitarra y el silencio 
que da la sabiduría 
Entre la poesía sincera
que sirve de tanto en tanto
para homenajear en algún canto
a los antepasados
Se esconde el hombre criollo, 
Miguel "Tigre" Nirian,
donde la meseta Somuncurá

Él sigue esperando
algo que ya llegará


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