viernes, 26 de septiembre de 2008

Una ínfima parte de tu cuerpo

una ínfima parte de tu cuerpo se desplaza sobre la vida magra
tú eres un solo lugar, un conjunto de carencia
una sola carencia te limita e incurres en el error del día infinito
más liviana que el tiempo, te prolongas en las silenciosas voces
de tu reino
reino de amantes levitando, que se extienden en el viento
soplo de todo misterio fluctuante

en el eco de las luces sedes tu espacio
la materia se disipa en campos de refulgencia
todo tu entorno brilla y ya no eres más que un rayo
precipitada de energía te lanzas sobre el no lugar
sin voluntad, sin tiempo, sin dimensión, sin
ya no perteneces, eres en sí, como un destello
reverberación de lo eterno sobre un sin fin inerte
ausente de éter, de atmósfera, de firmamento
no hay esencia, ni sustancia, ni palabra para definirte
pues tampoco eres nada

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