martes, 30 de septiembre de 2008

Tú, un alma

El mundo un pequeño lugar
donde nos aventuramos
Corremos culpables
hacia los errores cotidianos

Tú, un alma en desventaja
Un soñador condenado

Perplejos nos quedamos
vemos más allá de nuestras miserias
Miserias que son de todos también

Ahora estoy triste, ahora estoy
alegre, ahora no sé

Infieles amigos, a qué le temen más
a su obrar o al castigo
En las catedrales, lo he visto arrodillarse
pidiendo perdón como un pérfido
a la que era su amor

Miramos como todo se apaga en nosotros
Nuestros ojos abatidos no reflejan
más que soledad y se pierden

Hemos escuchado las excusas multiplicarse
como la peste en las ciudades atestadas
de gente

Tú, un alma que no te pertenece
pues es de todos también

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