Mi tiempo se llama viento, mis ojos se dicen lloviendo
Mis días, acantilados, por las noches en los que caigo
Los artifios, un porvenir poético de suicidas siempre, poco éticos
…………
Mi espacio se nombra, otro alguien, mi rostro se mira riendo
Por espejos imitadores sin sentimientos
Mis ángeles me abren senderos sacrificando su reino
…………
No es verdad, pues aquí manda otro reino
Es de piel y de huesos, se contempla muriendo
Pero en fin a nadie importa este reino
…………
Mi amor se dice entrega y se dice sacrificio
La locura es el amor perfecto de los hijos del sueño
Yo me entrego a ellos pues son demonios que abren los senderos
domingo, 8 de febrero de 2009
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