martes, 7 de octubre de 2008

Entonces esperemos que cambie la suerte

De la boca por la que hablo salen palabras que no comprendo
La noche que sangra mis penas pierde sentido con el día
En un alma que se pierde existe la tentación de la melancolía
por la que miran los que se niegan a la vida
Deshabitando su espacio en el más perfecto de los silencios
Desacreditando su tiempo como castigo al hombre
que no ha sido

Y la voluntad un fuego invisible que consume a quienes
no la han tenido

Te dejas llevar por las mutaciones de tu espíritu tan vació
como siempre
Nada en ti vive el tiempo suficiente para crecer, transitando
los principios continuamente como un chico que no madura
Vives renunciando a la vida mientras el mundo da su vuelta
diaria y se repite

Tú cantas palabras con la esperanza de las utopías
Cantas palabras con el delirio de tu mente para justificar
una existencia que se dilata como tus ojos que seleccionan
cuanto miran diseccionando la realidad
A la que no eres capaz de hacer frente una mañana
y la siguiente

Una cosa tienes segura la imposibilidad de ser una sola persona
Y entonces te multiplicas nuevamente buscando las mascaras
en un rostro y otro rostro

¿Qué hay en tu espíritu desdichado que no puede ser
más que un alma disfrazada?

Tienes que cambiar, tienes que poder cambiar
Volver al sendero del que te has bajado por miedo
a pronunciarte en un mundo plagado de ausencias que debes
vencer para caer en los errores nuevamente pero sabiendo
que lo has intentado, aunque se pierda tu amor
por la inocencia de la que no quieres despertarte

Vivir al costado te llevará indefectiblemente a los caminos
suicidas con el tiempo un corto tiempo no tendrás otra salida

Entonces esperemos que cambie la suerte de la que eres dueño
que cada día sea menos artificial, que cada palabra que suelte
tu boca sea precisa, que cada mirada se vuelva esperanza
que no escondas nada

No hay comentarios: