Entusiastas nos abalanzamos

entusiastas nos abalanzamos el día en que hemos
decidido venir al mundo
y la muerte un tanto ambiciosa para los vivos
dejándonos llevar por las corrientes humanas
del corazón palpitante a la hora de su suerte
en la valija que cargamos de vacaciones por la vida
recorriendo paisajes que jamás veremos pues fueron
hechos en otros tiempos donde los hielos se extendían
hacia otras latitudes
la tierra escondida bajo el manto blanco

de la vida solo una cosa hemos aprendido, a perderla
entre el heroísmo y el ridículo hay un pie de distancia
o tal vez menos y en medio la medida de lo justo
según los parámetros del hombre que alguna vez a querido
destruir las diversidades con revoluciones tristemente
celebradas una vez creadas las distancias más crueles
se imponen doctrinas contrarias a las que nadie quiere
ser llamado aunque se disponga en cruz la cara de tu
moneda gastada por las múltiples manos
de las que se ha desprendido cuando se cae el día
canjeada por pan

cuando se cae el día se derrumba tu mente a la que has
tratado de apagar hora tras hora con cuentos inútiles
o deseos materiales
y el día cayó frente a tus ojos con la noche que es todas
la sombra de la que no eres capaz de evadirte junto
al eco que revienta los circuitos cerebrales de los que
se desprende el porvenir de tu vida a medias palabras
reclinándote sobre el sofá de la comodidad
el egoísmo trepa la carne y contagia su virus
del que no podrás librarte con acciones montadas
en crudas actuaciones a las que sales mal predispuesto

y la vida un tanto ambiciosa para los vivos
y la muerte una solución un tanto fácil para los suicidas
entusiastas nos abalanzamos el día en que hemos
decidido salir del mundo