Tu amor inmarcesible, infrangible
Tu inmaculada complexión
Tu cuerpo embrionario
Tu rostro perfecto reino material
Tus manos caligráficas
Tus ojos contemplativos
Tu mente etérea
Tú eres la infrutescencia de las
flores de elocuencia
Y vives en mí desde el primer día,
Desde la primera impresión de amor
que vieron mis ojos
Existes porque yo existo
Y te sueño porque yo sueño
miércoles, 8 de octubre de 2008
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